Hace 40 millones de años estas tierras del interior de Cataluña estaban cubiertas por el mar. El agua modeló curiosas y llamativas formaciones rocosas y recursos naturales que han llegado hasta nuestros días. Una buena manera de conocer las comarcas del Bages y del Moianès es seguir las propuestas del Geoparque de la Cataluña Central, que actúa como eje vertebrador del valioso patrimonio geológico y minero de estas tierras. Uno de los mejores ejemplos de este patrimonio es la Montaña de Sal de Cardona, un fenómeno natural único en el mundo por la espectacularidad de las vetas del interior de las galerías y la diversidad de minerales que aún hoy crece a medida que la lluvia la erosiona. Sus 120 m son tan sólo la punta de un enorme diapiro de cerca de 2 km de profundidad. Durante una hora, os adentraréis hasta los 86 metros y disfrutaréis del espectáculo de formas y texturas que ofrece el macizo salino. Durante años fue una de las minas de sal potásica más importantes del mundo. La Mina Nieves de Cardona (1929-1990). Hoy, el viejo recinto minero es el Parque Cultural de la Montaña de Sal, un gran equipamiento cultural que pretende divulgar la importancia de la sal, la excepcionalidad geológica del yacimiento y el aprovechamiento que el hombre ha hecho durante siglos, explotado desde el tiempo de los romanos. Max pudo hacer de espeleólogo por un día y viajar al centro de la tierra para descubrir la formación y la historia de la Montaña de Sal de Cardona, gracias a la visita teatralizada enfocada al público familiar “GeoTok, la octava maravilla”.

Silvia Rovira ha sido corredora profesional de MTB durante muchos años (campeona de España y subcampeona de Europa de BTT, dos veces olímpica…). Natural de Cardona, ha entrenado por carreteras y sobre todo por pistas y senderos de montaña de su comarca, y se conoce palmo a palmo cada rincón del territorio, sobre todo la zona de Bages, Berguedà y Solsonès. Silvia diseña rutas por este territorio privilegiado para la práctica de la bicicleta de montaña, preparando recorridos de todos los niveles: desde rutas planas por valles y ríos, a salidas bastante exigentes por alta montaña, pero siempre pasando por paisajes inigualables, salpicados de castillos, iglesias, santuarios, lagos, tumbas, puentes medievales, pequeños pueblos y masías. También organiza rutas de trekking por la zona. Por la mañana, Edurne, Clori y Max salieron a caminar con Silvia hasta el mirador de la gran Bófia de Sal Roja, desde donde se puede contemplar todo el valle salino de Cardona. El Monte de Sal, también llamado de la Sal Roja, se sitúa en el extremo occidental del Salino y es la manifestación más espectacular de la dinámica geológica que se da en este espacio: el diapiro de Cardona y el fenómeno de crecimiento vertical de la sal. Se trata de una depresión del terreno con forma de elipsis alargada, cuyos límites son el río Cardener por el este, la sierra de Tresserres por el sur, la Bofia Grande por el oeste y la sierra donde se asienta la villa de Cardona por el norte, cerrada por la costa del castillo.
Por la tarde cogieron la bicicleta de montaña para pedalear hasta la histórica Torre del Botxi, del siglo XII, donde vivía el verdugo, y que ofrece vistas panorámicas de los alrededores. Después siguieron hasta el Puente del Diablo, un puente medieval que atraviesa el río Cardener y que guarda numerosas leyendas. Y acabaron la ruta en el pequeño barrio apartado de Bergús para descubrir su arquitectura tradicional, con la iglesia de Sant Joan de Bergús como principal atractivo, y el magnífico entorno, con vistas del Pirineo y el Cadí.

Toda una aventura por aire es la que pudieron disfrutar Max, Edurne y Clori sobrevolando las montañas de Montserrat en un globo aeroestático, un medio original y romántico de observar toda la riqueza paisajística de las comarcas de Barcelona. Globus Kon-Tiki es una de las empresas pioneras en España en ballooning. Formada en 1988, su equipo humano de pilotos certificados y expertos conductores te llevará a surcar los cielos con seguridad y disfrutando del viaje. Subirse a la cesta de un globo y sentir cómo se eleva pausadamente, cogiendo altura poco a poco, hasta flotar dejándose llevar por las corrientes de aire (eso sí, siempre controlado por el piloto) es una experiencia increíble. Desde el cielo, la belleza de los campos y las montañas te parecerá que se multiplica. La actividad comienza a primera hora de la mañana, para aprovechar las térmicas, con la preparación e inflado del globo, una experiencia mágica en la que podremos echar una mano. Dependiendo de la climatología se planifica el vuelo para salir desde un punto que nos acerque y nos permita disfrutar de las magníficas vistas de la majestuosa montaña de Montserrat, y sus sorprendentes formas rocosas. Al cabo de media hora estamos listos para despegar, el globo va haciendo suaves cambios de altura con el objetivo de jugar con el viento, que marcará la ruta (la altura máxima del vuelo será de 1.500 m). Un vehículo 4×4 nos sigue a tierra comunicado por emisora ​​y después del aterrizaje, una vez recogido el globo, nos llevará al punto de inicio. Para celebrar el primer vuelo en globo de su vida, un brindis con cava como manda la tradición, y un diploma acreditativo para conmemorar este momento inolvidable.