El precioso Valle de Camprodón, «escondido» en la comarca del Ripollès (Girona), en el Pirineo axial, es un referente turístico gracias a sus hermosos paisajes de montaña, su patrimonio histórico, cultural y artístico, sus tradiciones y gastronomía, y por supuesto a las posibilidades de disfrutar activamente de sus bellos escenarios naturales. De hecho, la comarca del Ripollès está certificada con las marcas «Senderismo» y «Cicloturismo», por la cantidad de posibilidades que ofrece para practicar estas modalidades deportivas, y hay muchas empresas dedicadas a organizar rutas por la zona.
El valle de Camprodón comprende los municipios de Camprodon, Llanars, Molló, Sant Pau de Segúries, Setcases y Vilallonga de Ter, y se extiende a los pies de la cresta formada por el pico de Bastiments (el más alto con 2.881 m), el pico de la Dona y la sierra del Costabona.
Siguiendo el río Ter y el Ritort dentro del municipio, hay dos valles orientados de norte a sur y unidos en la zona de Camprodón.Se estructura por un sistema de corrientes de agua, dibujando una “Y” casi perfecta que comprende el sistema montañoso de Montfalgars y Costabona. Un lugar ideal para dar rienda suelta a nuestras ganas de aventura en este fin de semana en el que Edurne, Clori y su hijo Max pudieron caminar con raquetas de nieve, jugar entre los árboles, visitar un parque de fauna salvaje y hacer hasta de «chefs de cocina silvestre».
Vallter es la estación de esquí más oriental de los Pirineos catalanes. Situada en la comarca del Ripollès, en el municipio de Setcases, esta acogedora y familiar estación inaugurada en 1975 está rodeada por cumbres que superan los 2.800 m de altitud, en medio del circo de origen glaciar de Morens-Ull de Ter y a 2.000 metros de altitud sobre el valle del río Ter, dentro del Parque Natural de las Cabeceras del Ter y del Freser. Mientras esquiamos o caminamos con raquetas podemos disfrutar de los increíbles paisajes alpinos a nuestro alrededor, a los pies de cimas emblemáticas como el Bastiments (2.881 m), el Grano de Alforfón (2.708 m) y el pico de la Mujer (2.704 m) e incluso ver el mar Mediterráneo en días despejados desde su cota más alta (2.535 ). En Vallter 2000 podemos practicar todo tipo de deportes de nieve: el esquí alpino (15 km de dominio esquiable) y el snowboard por supuesto en sus 15 kilómetros de dominio esquiable, pero también del freeride o esquí fuera de pista y de los itinerarios específicos para el esquí de travesía o raquetas de nieve. Sus asequibles dimensiones, sus pistas que parecen diseñadas para aprender a esquiar y sus servicios específicos para niños -el Parque Lúdico o el Mini Club L’Esquirol- hacen de Vallter una estación ideal para familias.
También por las actividades pensadas para disfrutar de la montaña en familia que propone aquí la empresa de aventura Vertical Emotions: por supuesto imparten clases de esquí y snowboard, pero también organizan salidas con raquetas de nieve para todos los niveles: desde rutas sencillas de iniciación a auténticas aventuras por la montaña y salidas nocturnas. Como nos explica Jordi, nuestro guía: “el uso de las raquetas de nieve permite a cualquier persona capaz de andar por la montaña desplazarse por terrenos nevados con facilidad, convirtiéndose en una herramienta básica para disfrutar de la montaña invernal. Desde un paseo de una hora para familiarizarnos con esta forma de deslizarnos por la nieve, a un “bautizo” de medio día o travesías de una jornada completa durante la que podremos descubrir los espectaculares paisajes de alta montaña que rodean la estación”. Jordi enseña a Max cómo caminar con las raquetas, cómo ascender y descender con ellas y toda la familia hace una ruta por el entorno de la estación. Aún nos queda tiempo para estrenar el circuito en los árboles que ha estrenado Vertical Emotions en la base de la estación, por si te cansas de esquiar: puentes tibetanos, tirolinas, y travesías de pino en pino para trabajar la habilidad y el equilibrio al mismo tiempo que nos divertimos.
Molló Parc es un Parque de animales situado en plena naturaleza, en el corazón del Valle de Camprodón. Escondidos entre los árboles se encuentran numerosas especies animales, en condiciones de semi-libertad, en las mejores condiciones de bienestar y en su hábitat natural: oso, lince, lobos, águilas reales, marmotas, ginetas, ciervos, jabalíes, zorros… A lo largo de un recorrido de unas tres horas podremos observarlos. Es importante tomar conciencia de que, una vez dentro del parque, se prioriza el bienestar de los animales a la voluntad de las personas, por eso probablemente podréis ver la mayoría de los animales, pero nunca podremos asegurar la visualización de todos ellos ya que se comportan según su voluntad. Por esta razón, podréis acceder al parque durante todo el día de la visita, siempre y cuando lo solicitéis antes de salir de éste. Una de las posibilidades que ofrecen a los más pequeños en Molló Parc es hacer de cuidadores de animales por un día con uno de los cuidadores profesionales del parque. Nosotros hicimos el recorrido junto a Carlos, uno de los dueños, y Max pudo descubrir en primera persona cómo se acercan a los animales, qué les dicen, cómo reaccionan, qué les dan para comer, cómo trabajan por su bienestar y muchas más curiosidades sobre las diferentes especies.
CON QUIÉN
molloparc.com
Pura Vall es una agencia de viajes receptiva ubicada en Ribes de Freser que ofrece experiencias turísticas únicas, éticas y sostenibles en la comarca del Ripollès. Con un equipo comprometido, atento y enamorado de un territorio, que conocen perfectamente, proponen experiencias inspiradoras y consecuentes con una forma, honesta y respetuosa, de entender la vida. Sus propuestas -que se realizan en lugares y espacios singulares del Ripollès, como Vall de Ribes, y van desde las más deportivas (siempre al aire libre) a experiencias diferentes como talleres de carpintería salvaje, de cantero, de pintura emocional o lo que llaman “Conexiones Silvestres”, actividades para disfrutar del silencio y conectar con entornos naturales en todo su esplendor. A nosotros nos propusieron realizar una experiencia deliciosa, por las explicaciones y por lo que probamos después: un taller de cocina silvestre que hicimos con Anaïs, la responsable de Aromes del Bosc. Primero se hace un paseo por el bosque para identificar las plantas, frutos y flores silvestres comestibles que podemos encontrar en nuestro entorno, según la época del año en la que estemos, luego Anaïs nos explicó cómo recolectarlas siendo respetuosos con su crecimiento y supervivencia, y luego nos enseñó a cocinar sabrosas, sanas y sorprendentes recetas con las plantas y flores que habíamos recogido. Un taller de cocina vivencial donde toda la familia participa en elaborar los platos y degustarlos después.
hotelgrevol.com
Hotel Grèvol Spa. El Valle de Camprodón cuenta con la marca Naturaleza y Montaña en familia, que lo distingue como un destino que tiene como principal recurso el entorno natural, que, rodeado de una gran diversidad de alojamientos, restauración y entretenimiento, resulta una apuesta segura para pasar tiempo disfrutando de las actividades en familia. Aquí se encuentra el Grévol, un hotel con un encanto alpino que parece sacado del Tirol. Construido en madera y piedra, e integrado perfectamente en el entorno natural, el Hotel Grèvol Spa es el alojamiento ideal para una escapada de montaña, romántica, relajante o en familia en Llanars. Cuenta con 36 confortables habitaciones y suites, con unas espectaculares vistas, un Centro Spa con zona de aguas, masajes y tratamientos estéticos que te ofrece todo lo necesario para una desconexión total. También cuenta con la distinción “Hotel Gastronómico” gracias al Restaurante Grèvol, un restaurante único y referente en cocina catalana creativa e ingredientes locales de calidad dirigido por el chef Ignasi Bergonyó, ofrece una experiencia culinaria única.
fondariga.com
Fonda Rigà. La Fonda Rigà es un hotel restaurante situado en Tregurà, en el Valle de Camprodón, a muy poca distancia de la estación de esquí de Vallter 2000. Inaugurado en 1971 por Albert Rigat y Dolors Gardella y paulatinamente, y con la inestimable ayuda de la abuela Conchita, el abuelo José y más tarde los seis hijos, este hotel y restaurante familiar, ha ido creciendo y modernizando sus instalaciones, con habitaciones modernas, acogedoras y con todas las comodidades. Pero lo que ofrecen también una experiencia diferente: alojarse en una cabaña de madera con todos los servicios de una suite. En el restaurante combinan la cocina de toda la vida elaborada con productos locales pero sin renunciar a la elaboración de nuevas recetas.